Como muchos otros elementos originarios del culto de las brujas de Gardner, el Libro de las Sombras se ha convertido en un icono del movimiento Wicca. Su existencia y su uso, no sólo se recoge en todos los libros de Wicca para principiantes, sino que ha llegado hasta la cultura mediática a través de series como Embrujadas. Pero ¿Qué es realmente el Libro de las Sombras?
Si en el artículo anterior de esta serie hablábamos sobre misterios y secretos, y la fascinación que causan, en este abordamos uno de los objetos físicos que más fascinación genera en Wicca: el Libro de las Sombras.
Un antiguo volumen que contiene los secretísimos secretos del Arte Gardneriano. O, al menos, así es como nos lo han vendido ¿no?
Del mismo modo que sucedía con los secretos y los misterios, la actitud de los buscadores hacia el Libro de las Sombras ha sido enormemente influenciada por la cultura popular. La imagen es casi arquetípica: un antiguo volumen de tapas de cuero, puede que incluso un candado, que contiene en él los antiguos conocimientos del universo. Un simple vistazo a él, y el lector se transforma en un adepto de los misterios. Las fórmulas que contiene no requieren de práctica o experiencia alguna.
Lamentablemente, y como explicaba en artículos anteriores, de ser así, los iniciados no tendríamos trabajos a jornada completa. Como en todo, la realidad es bastante menos fascinante.
En contraposición, tenemos el concepto del Libro de las Sombras como una especie de diario mágico del practicante solitario, en el que recoge, de forma religiosa, los «aspectos básicos del culto». Estos, en general, tienden a corresponder a los primeros 10 capítulos de todo libro de sobre Wicca: Qué es el Dios; qué es la diosa; qué son los elementos; qué son las festividades… Con suerte también recoge algo de material original de la persona.
Comencemos pues ¿qué es realmente el Libro de las Sombras?
El Libro de las Sombras está compuesto por una serie de textos con directrices rituales que cada iniciado copia de su iniciador tras ser aceptado dentro del culto. Es una guía de referencia que contiene el ordo procedendi de determinados ritos, así como algunas instrucciones prácticas que pueden ser recogidas de forma textual.
Ahora bien, incluso habiendo comprendido lo anterior, existen innumerables mitos sobre este texto que pueden llegar a causar confusión en el buscador. En este artículo trataremos los más comunes.
Religión del libro
Ya hemos hablado de que el culto de las brujas de Gardner no es una religión revelada, ni un culto de adoctrinamiento que pueda «enseñarse» en el sentido coloquial de esta palabra. Es un culto mistérico e iniciático; eminentemente experiencial.
Entonces ¿que papel juega el Libro de las Sombras en esto?
Comencemos por dejar clara una premisa importante: El Libro de las Sombras abarca únicamente un 15% del Arte Gardneriano.
Por supuesto, el porcentaje es arbitrario. Sin embargo, no está nada alejado de la realidad.
Para todas aquellas personas a las que el Libro de las Sombras ha suscitado gran fascinación, esto puede parecer inverosímil… ¿Cómo es posible que el secretísimo Libro de las Sombras tenga un papel tan pequeño dentro de la práctica del Arte?
Ya hemos enfatizado el aspecto mistérico e iniciático; experiencial. De modo que, intentemos abordarlo de otra manera.
El Libro de las Sombras es lo que la presentación de PowerPoint es a una tesis doctoral (y aquí estamos hablando de una presentación de verdad, no un copia-pega en el que la persona que está presentando lee literalmente las diapositivas. Hablo de uno o dos puntos por diapositiva; normalmente los subtítulos).
Si entendemos lo anterior, entendemos muchos aspectos más del Libro de las Sombras. El principal: por qué es completamente inútil para la persona que no ha realizado la tesis, que no ha pasado años realizando la investigación. Pero, al mismo tiempo, resulta increíblemente valiosa para el doctorando, quien, leyendo el siguiente punto en la pantalla, es capaz de evocar el conocimiento y experiencia que ya posee.
Entonces ¿dónde queda el otro 85%?
Un gran porcentaje de ello se basa en la experiencia. Como todo en esta vida, uno puedo recibir un curso intensivo de oratoria, con pequeños trucos y guías, pero es la práctica constante y perseverante la que va a proveer de auténtica comprensión del arte de hablar en público.
En el Arte de la Brujería esto tiene lugar en el Círculo, siendo guiado por el Sumo Sacerdote o Sacerdotisa del grupo. Podríamos decir que esto supone un 50%.
El 35% restante es conocimiento que se transmite de forma oral y que nunca se redacta.
El Libro de las Sombras es una obra de teatro a la que se ha despojado de las indicaciones entre diálogos, y también de una porción crucial del diálogo.
Un libro único; para atraerlos a todos y atarlos en las sombras
Otro de los grandes mitos respecto a la Libro de las Sombras es que se trata de un texto único e inmutable.
Lo curioso de esta afirmación es que es, en muchas ocasiones, perpetuada por iniciados de la tradición. Hasta cierto punto, esto se debe a cuestiones históricas. A EE.UU. por ejemplo, llegó una única versión del Libro de las Sombras a través de Raymond y Rosemary Buckland; y sus iniciados fueron especialmente persistentes en que se transmitiese exactamente igual (con fallos tipográficos y erratas), sin alteración alguna. La falta de exposición a otros grupos, con otras prácticas, y otros Libros de las Sombras, hace que los comentarios de algunos iniciados puedan resultar contradictorios.
Lo cierto es que el texto ha sufrido (y sigue sufriendo) notables transformaciones.
Cada iniciado copia el Libro de las Sombras de su iniciador, en ese coven específico. Dependiendo del coven, las influencias sobre el texto serán diferentes.
Esto es especialmente cierto en el Reino Unido y, por consiguiente, Europa.
En manos de Gardner el texto experimentó una notable evolución. Los primeros manuscritos o «libros de notas» de Gardner (como Ye Bok of Art Magical) contienen toda clase de fragmentos de las fuentes más diversas. Existen al menos tres versiones de estos textos iniciales.
Más adelante Doreen Valiente trabajó junto a Gardner en adaptar textos y crear nuevos. Muchos desconocen que, incluso tras su partida del coven de Gardner, y su implicación en el Coven de Atho de Cardell y el Clan de Tubal Caín de Cochrane, Doreen siguió trabajando en los textos, y nuevas versiones encontraron su camino a líneas iniciatorias específicas con cuyos covens Doreen solía celebrar de forma esporádica.
Varias de las otras Sumas Sacerdotisas de Gardner también tenían relación con otras formas de brujería tradicional. Eleanor Bone con el Arte de Cumbria (Cumbrian Craft), Patricia Crowther a través de su relación con brujos tradicionales como Bill Gray, o Jean McDonald, o Louis Borne con Arte Magistral (Magistral Craft).
El Reino Unido ha sido, en este sentido, extremadamente endogámico.
¿Por qué existe entonces la creencia de que EL Libro de las Sombras ha sido publicado?
Existen ciertos textos publicados de los primeros manuscritos de Gardner. Ahora bien, el hecho de que la versión española de La Biblia de las Brujas de los Farrar tenga en la portada «Contiene los auténticos textos inéditos del Libro de las Sombras de Gerald Gardner» no ayuda mucho.
Cualquiera que haya leído una de las primeras obras de Gardner, High Magic’s Aid, habrá notado que ciertos textos, especialmente los ritos de iniciación son incluidos en esa novela. De modo que no son tan inéditos como se ha querido hacer creer, o vender.
Orígenes y fuentes
Uno de los aspectos más controvertidos, y los que más crítica a generado hacia Gardner, ha sido la presencia de textos preexistentes en el Libro de las Sombras. Es uno de los puntos centrales en torno a los que gira la constante contrariedad de «Gardner se lo inventó todo; y Gardner lo robó todo».
Claves de Salomón, Aleister Crowley, francmasonería, Rudyard Kipling… el número de influencias dentro del Arte Gardneriano, especialmente a día de hoy y con las influencias adicionales descritas más arriba, es considerable.
Sin embargo, si hay algo que el contradictorio mito urbano de «Gardner se lo inventó todo; y Gardner lo robó todo» deja en evidencia es lo siguiente: La gente no ha leído a Gardner. Si así fuese, sabrían que Gardner fue el primero en apuntar lo anterior.
Existen semejanzas a la francmasonería en los ritos que creo que no se deben a la casualidad; así que creo que uno debió de influenciar al otro […] La única persona que se me ocurre que hubiese podido inventar estos ritos es el ya fallecido Aleister Crowley. Cuando le conocí, le interesó mucho saber que era miembro [del culto] y dijo haber pertenecido al mismo cuando era más joven, pero no me confirmó si llegó a reescribir algo o no […] Sin lugar a dudas, existen ciertas expresiones y palabras usadas [en los ritos] que rezuman a Crowley; es posible que tomase cosas prestadas de los textos del culto o, mucho más probable que alguien hubiese tomado expresiones prestadas de él. La única otra persona que se me ocurre podría haberlo hecho [inventar los ritos] es Kipling…1
A esto debemos añadir la afirmación de Gardner de que los textos que recibió del coven de New Forest estaban, cuanto menos, fragmentados2. De aquí podemos entender que, o bien Gardner rellenó esos fragmentos con elementos de otras fuentes, o bien fue el propio coven de New Forest quien lo hizo. Al fin y al cabo, teniendo en cuenta la cercana relación a la Orden Rosacruz y que Crowley y Kipling fueron ligeramente anteriores y no coetáneos de Gardner, la idea no parece tan alocada.
En Wicca: Magickal Beginnings, Sorita d’Este y David Rankine analizan el posible origen del término Libro de las Sombras. También proveen diferentes teorías sobre el origen de este. Para algunos, la presencial de elementos ceremoniales de las Claves de Salomón muestra claramente el origen moderno del texto. En este libro, Sorita y David rápidamente apuntan que la presencia de las Claves de Salomón entre las posesiones de una bruja no es nada nuevo; como demuestran los registros de los juicios de brujería de la bruja veneciana Laura Malpiero de 16543. Hutton, en su Triumph of the Moon, también apunta a lo común de encontrar elementos de la francmasonería en formas de brujería folklórica en las islas británicas4.
Independientemente de lo anterior, no podemos saber a ciencia cierta que sucedió más allá de Gardner. Es por eso mismo por lo que los iniciados de la tradición trazan sus practicas hasta Gerald Gardner.
Si bien sospechamos que muchas de las prácticas y textos pueden haberse remontado más allá de él, a falta de una clara linealidad en la transmisión, es recomendable pecar de prudencia y afirmar que, ese conjunto específico de textos y prácticas se remonta, al menos, hasta Gardner.
Tinta y sombras
Si lo anterior es cierto, entonces ¿por qué guardan los iniciados este texto con tanto recelo?
Existen dos motivos principales. Del primero ya hablamos en el artículo anterior: el texto forma parte de algo que nos es transmitido y no nos pertenece. Es también una cuestión de privacidad y, como también comentábamos anteriormente «este mundo no tiene derecho a conocerlo».
El segundo, es una cuestión más pragmática. Como ya hemos mencionado, las fórmulas y ritos contenidos en él están incompletas. Nadie en su sano juicio dejaría a alguien construir un automóvil con instrucciones parciales; y mucho menos animarle a conducirlo.
Sin embargo, es posible que el motivo más importante sea el carácter sagrado que esas ceremonias tienen para nosotros. El contenido puede no ser fascinante, y ni extremadamente poderoso en sí mismo; pero es sagrado. Recogido en nuestro puño y letra, grabado en tinta, y oculto en las sombras.
Referencias
1 Gardner, G. (1954). Witchcraft today (Capítulos 4 y 10). Secaucus, N.J.: Citadel Press.
2 Valiente, D. An ABC of Witchcraft Past and Present (pp. 155–57). Washington: Phoenix Publishing.
3 D’Este, S., & Rankine, D. (2008). Wicca Magickal Beginnings. London: Avalonia.
4 Hutton, R. (2006). The triumph of the moon. Oxford: Oxford University Press.
imagen reproducida con permiso del autor © Daniel Bran Griffith, publicada originalmente Chattering Magpie y con permiso de los propietarios de la colección, la Fundación Doreen Valiente, y organizadores del evento «A Day for Patricia Crowther», Centre for the Pagan Studies.