El Buscador es una figura que nos encontramos en gran cantidad de contextos, así como en varios niveles de nuestras vidas. Podríamos decir que todos nosotros somos eternos buscadores.
Con frecuencia ni siquiera sabemos que estamos buscando algo, hasta que lo encontramos. Y la mayoría de esos descubrimientos nos llevan a una nueva búsqueda. Y así sucesivamente.
Pero ¿qué busca un Buscador? ¿Y cómo consigue llegar a ello? Para responder a esto me gustaría mencionar algo que Morgana Sythove compartió con nosotros en su conferencia en Madrid. Explicó como tuvo que viajar al extranjero para apreciar realmente lo que tenía en su propia tierra.
El sendero del Buscador es una búsqueda en la que el Buscador, camina en un círculo para acabar encarándose a sí mismo.
No es ninguna coincidencia que el templo de Apolo en Delphi tenga escrito en su entrada el famoso aforismo: «Conócete a ti mismo».
El Buscador en el Arte
En el contexto del Arte, o incluso del paganismo en general, el sendero del Buscador tiene un significado especial. El término Buscador se usa para referirse a aquellas personas que están buscando su camino; ya sea dentro de un coven o grupo, o por su cuenta. Esta búsqueda normalmente comienza tras una época de disrupción que conlleva un giro de 180 grados en sus sistema de creencias.
Curiosamente, esta figura no se encuentra entre aquellos que son nuevos en el paganismo o acaban de saber de la existencia del Arte, sino más bien entre aquellos que han estado caminando por esta senda durante un tiempo. Es cierto que muchos recién llegado al paganismo contemporáneo buscan un grupo o un camino que seguir, pero muchas veces la causa de esto es un sentimiento de soledad o falta de aceptación; o simplemente el hecho de que se sienten abrumados por la cantidad de información.
El Buscador, por otro lado, no está perdido; simplemente no sabe a donde se dirige. Sin saberlo, se está embarcando en una sendera de la que no regresará nunca. O, al menos, no lo hará siendo la misma persona.
La tensión y aflojamiento de la cuerda
«Si tensas las cuerdas demasiado» explicó el pescado «se romperán, y si las dejas demasiado flojas no sonarán, pero si están afinadas en el punto adecuado, entonces podrás tocar música»
— La Vida de Buda, Cherry Gilchrist
Una de las particularidades de este periodo es la continua tensión y aflojamiento de la cuerda. El mundo del Buscador se ha puesto patas arriba, y ahora todo es susceptible de ser cuestionado. Nada es seguro y todo es posible. El Buscador se esfuerza por encontrar algo a lo que asirse mientras el mundo que le rodea se derrumba.
Durante este proceso, puede que haga una axioma irrefutable de las creencia o pensamiento más simple; ya sea hacia sí mismo o hacia otros. Si se percata de lo extremo de su posición, buscará llegar al punto opuesto. Volviendo eventualmente al principio, y así sucesivamente.
Ciertamente, todos cambiamos nuestro parece constantemente, algunos más que otros. Y es posible que podamos identificarnos con esta situación. Sin embargo, el Buscador está viajando en una montaña rusa interna; una muy radical y constante.
De él depende poder encontrar un balance entre los dos polos; no un punto medio, sino un ritmo. Una vez haya conseguido esto, será capaz de danzar entre las diferentes tonalidades de gris.
La Noche Oscura del Alma
“¡Oh noche que me guiaste!,
¡oh noche amable más que el alborada!,
¡oh noche que juntaste amado con amada,
amada en el amado transformada!.”
— San Juan de la Cruz – La Noche Oscura del Alma
Durante este viaje, el Buscador puede encontrarse experimentando una de las etapa más particulares en el desarrollo espiritual: La Noche Oscura del Alma. Durante siglos, esta etapa o proceso ha servido de inspiración para poesía, arte y ensayos escritos por místicos de varias tradiciones espirituales, como San Juan de la Cruz.
La Noche Oscura del Alma es una disrupción de nuestro Ego, quien se percata del cambio que queremos atraer, y se resiste a él. Y su «técnicas de resistencia» no han de ser subestimadas: si alguien conoce nuestros miedos más oscuros y puntos más débiles, ese es nuestro Ego. Juan Mérida explicó la Noche Oscura del Alma de la siguiente forma:
«Experimentamos la noche oscura porque nuestro sentido de lo que somos es insuficiente para la vida para la que nos estamos preparando.»
La palabras claves de esta etapa son: Observación, Perseverancia y Aceptación. Tendremos que mirar cara a cara nuestro Yo más profundo, persistir durante el proceso y aceptarlo sin resistencia.
La frustración y la montaña rusa: encontrando el ritmo
«Entre la quietud y el movimiento, encontramos el ritmo».
— Más Allá de la Escoba, por Morgana Sythove
El viaje del Buscador también podría ser comparado con una Montaña Rusa: cuando piensa que todo ha terminado, comienza de nuevo, desde el mismo principio. Esto puede llevar a una gran frustración, pensando que no estamos llegando a ninguna parte. Y, al mismo tiempo, cuando todo parece llegar a su fin, la Montaña Rusa vuelve a descender radicalmente.
Sin embargo, bajo está aparente incoherencia, se encuentra un sutil e imperceptible patrón; un ritmo. Como una Montaña Rusa paralela pero recta que ha estado recogiendo los frutos de su incontrolada contraparte. De la misma forma que en muchos otros aspectos de nuestra vida, nuestra mente se centra en la parte ruidosa de los eventos, pasando por alto aquellos que se oculta detrás.
Debemos encontrar ese ritmo. Recapitular y mirar aquello que hemos logrado hasta ahora. Si no lo encontramos, podemos crearlo, enfocándonos en una tarea constante en particular, o una afición.
Acción – ayudando a producir un cambio
«Siempre se necesita una acción física a fin de activar las fuerzas intangibles en nuestro mundo».
— Los 72 nombres de Dios, por Yehuda Berg
No todo es observación durante el viaje. El Buscador encontrará que esforzarse un poco en su trabajo personal y espiritual (ya sea meditar, realizar rituales, adivinación o simplemente escribir) cambia la perspectiva completamente. Si hay un «analgésico» para este proceso, es sin duda el trabajo personal.
Este aspecto será clave en muchos aspectos. Debido al carácter «interno» del viaje, podemos encontrarnos con el hecho de que el mundo externo se ha vuelto más hostil. En realidad, somos nosotros los que somos más vulnerables en este momento. Es el momento ideal para volver a nuestra raíces, a nuestra prácticas básicas y personales.
Meditar sobre diferentes aspectos, desarrollar nueva habilidades o escribir, son todas estupenda opciones; ni siquiera tienen por qué estar directamente relacionadas con nuestra práctica espiritual. Encuentra algo que disfrutes, que te haga sentir cómodo, algo que te llene; y regresa a ello cada que sientas que todo se tambalea.
Hogar, dulce Hogar
«No hay nada ni la mitad de placentero que regresar a casa».
— Margaret Elizabeth Sangster
Al comienzo del artículo hemos afirmado que todos podríamos considerarnos eternos buscadores. Si el viaje es eterno, entonces no tiene final. Pero sí hay diferentes hitos o peldaños.
Frecuentemente, el Buscador no se percata del viaje en el que se había embarcado hasta llegar a este punto. Es un punto de muerte y renacimiento; y de reencuentro con algunos viejos amigos.
Esto puede implicar la incorporación a un sendero o grupo en particular, una iniciación o simplemente un giro inesperado en nuestras vidas.
Ante todo, significa el «final» del camino circular que comenzamos y, ahora, de vuelta en la línea de salida, podemos ver nuestras espalda; y aquello que se encuentra detrás de nosotros y no podíamos ver antes.
La palabra clave de esta etapa final, junto a renacimiento, es Entendimiento. Allí donde antes nos preguntábamos y planteábamos, ahora nos percatamos y entendemos.
No obstante, he dicho «final», dando a entender que este es sólo el punto final de esta vuelta concreta al círculo y, ante nosotros, se abre un nuevo camino.
Como decía al principio, somos eternos buscadores después de todo. Puede que no sepamos a dónde nos dirigimos, pero definitivamente sabemos que estamos en el camino.
Original en inglés
Wiccan Rede, Beltane 2013
En Portugués
Anima Mystica, Solsticio Verano 2013
En Alemán
Silver Circle Deutschland, Der Pfad des Suchers
En Polaco
Wiccański Krąg , Ścieżka Poszukiwacza
2 comentarios
veo que la mayoria de lo que hablan son respuestas a situaciones vividas estoy actualmente en una ciudad muy pequeña en Mexico que se llama Cortazar Guanajuato Y aqui la mayoria de los habitantes se dicen brujos. Yo no soy de aqui , vivi toda mi vida en el Distrito Federal me case y actualmente vivo aqui pero estas personas solo te engañan pero si se la pasan haciendo trabajos para perjudicarte y luego regreses y te sacan buenas cantidades de dinero quiero entender para saber que hacer y como lograr que ya no nos molesten creo en DIOS ETERNO pero mi situacion es dificil a ami entendimiento . agradesco sus articulos publicados gracias por la explicacion.
Gracias por este artículo que ha llegado a mis manos de manera casi casual. Me siento completamente identificada con la figura del Buscador. He ido y he vuelto en diferentes ocasiones y entre esas idas y venidas. he conocido otras tradiciones y otras religiones y esas experiencias y ese aprendizaje me sirve ahora en mi práctica y estudio solitario del Arte. Sin saberlo hasta ahora, yo soy esa buscadora.