La conocida Rueda del Año, que encapsula el ciclo de festividades en el Arte, es uno de los diagramas mas familiares para aquellas personas interesadas, o practicantes, de este sendero. Pero ¿dónde origina? y ¿ha tenido siempre este formato?
Al adentrarnos en el sistema de la Wicca, nos encontramos con esta «rueda» o sistema de ocho festividades por doquier. Ya sea en libros o en páginas web, la información de este conjunto de ocho festivales, cuyo origen se remonta a los albores del tiempo, y de las que otras religiones se han (sutil y no tan sutilmente) apropiado, se replica de forma más o menos consistente.
Si bien muchas de estas festividades corresponden, sin lugar a dudas, a festividades folclóricas perpetuadas a lo largo de siglos (o milenios), un breve acercamiento inquisitivo nos haría preguntarnos:
¿Por qué ocho?
¿Por qué esas festividades en concreto?
Si elaboramos un calendario de todas las grandes festividades folclóricas, incluso limitándolo al continente europeo, existen un sinfín de celebraciones que guardan un gran simbolismo y no están incluidas en esta «rueda».
Es posible que responder al «por qué» no sea una tarea fácil, pero vamos a intentar responder al «cómo» o, al menos, al «cuándo».
Cuatro, no ocho
Como hemos comentado más arriba, las personas que se encuentran con el Arte por primera vez, tienden a asumir que el sistema de ocho festividades ha existido con ese formato desde el principio de los tiempos. O, al menos, desde el principio de los tiempos de la Wicca.
Si trazamos el origen de esta forma del Arte hasta Gerald Gardner, esto nos sitúa en torno a principio de los años 40.
Veamos que dice él al respecto:
Creo que es bien sabido que las brujas conmemoraban cuatro grandes festivales: La Víspera de Mayo; la Víspera de Agosto; la Víspera de Noviembre; y las Víspera de Febrero. Estos parecen corresponder a la división del antiguo año gaélico en cuatro festivales ígneos: Samhain o Samhuin (1 de noviembre), Brigid (1 de febrero), Bealteine o Beltene (1 de mayo); y Lugnasadh (1 de agosto).
De esta cita cabe resaltar dos elementos. El primero, que no existe referencia alguna a los equinoccios o solsticios. Y, segundo, que las festividades gaélicas y los festivales de las brujas son contempladas como festividades diferentes; aunque creando la misma división del año en cuatro grupos.
Podemos pues asumir que el Culto de las Brujas en el que Gardner fue iniciado celebraba estos cuatro festivales; festivales relacionados con la fertilidad de la tierra, las cosechas y el ganado.
Pero ¿cómo pasa el Culto de las Brujas de Gardner de celebrar cuatro a ocho festividades? Por suerte, tenemos testimonio de esto de primera mano, a través de Fred Lamond:
…pregunté a Gerald Gardner por qué celebrábamos los días cruzados en lugar de los solsticio y equinoccios. «Puedes celebrarlos, si así lo deseas» respondió Gardner […] Con estas palabras Gerald confirmó que los festivales estacionales estaban enfocados en hacernos más conscientes del ciclo de estaciones en la naturaleza […]. Nos encantaba celebrar nuestras festividades, de modo que después de que Gerald volviese a la Isla de Man en la primavera de 1958, decidimos celebrar tanto los días cruzados como los solsticios y equinoccios. Gerald no puso ninguna pega cuando se enteró de esto, ya que nos acercaba a su amigo druida Ross Nichols […] Los ocho festivales fueron posteriormente justificado (no se por quién) como la celebración de los ocho radios de la rueda del año celta.
En una de sus entrevistas, Eleanor Bone comentó: «Nosotras, las brujas, somos personas muy sencilla». Y simple es la explicación de cómo surge esta rueda del año de festividades en la Wicca, y como fue justificada y vinculada con los festivales celtas: ¡A las brujas, nos gusta celebrar!
Celta, verde que te quiero celta
En la primera cita del artículo hemos visto como Gardner compara de forma casual las festividades del Culto de las Brujas con la división del año gaélico. Más adelante, hemos visto como la adición de los cuatro festivales adicionales fue justificada a través de una relación con el calendario celta.
Sin embargo, la popularización de estos festivales (especialmente los grandes sabbats o «días cruzados») como «celtas», y la completa asociación con las festividades gaélicas llegaría de mano de los brujos alejandrinos Janet y Steward Farrar y su Ocho Sabbats de las Brujas.
En este libro Janet y Stewart, quienes se habían mudado a Irlanda, presentan las festividades Wicca como eminentemente celtas, e introducen el concepto del Dios del Roble y el Dios del Acebo, y su batalla, en contraposición al triple aspecto de la Diosa de Robert Graves.
Este es el momento clave en el que las «vísperas», se transforman en Imbolc, Beltane, Lugnasadh y Samhain. El momento en el que estos cuatro festivales comienzan a asociarse con el simbolismo de esos festivales; en lugar del simbolismo heredado del Culto de las Brujas en el que Gardner fue iniciado.
Este cambio supone que, aquellas personas que no tenían acceso a un coven tradicional, podían acceder a un sistema de festividades con el que practicar, y en el cual podían indagar a través de folclore local.
Eventualmente estos nombres se han popularizado en tal medida que muchos miembros de covens tradicionales se han decantado por el nuevo conjunto de denominaciones.
Pero ¿qué hay de los solsticio y equinoccios?
Inventando festividades; inventando brujería
Hasta ahora hemos visto una evolución medianamente orgánica de la «Rueda del Año» y los nombres de las festividades, así como su simbolismo (al menos en lo que respecta al aspecto público de estos ritos). De cuatro a ocho festividades; una ligera asociación a lo «celta»; y una subsiguiente transformación en el simbolismo.
Llegados a este punto, muchos recién llegados asumen que los nombres populares de los equinoccios y los solsticios experimentan la misma transformación, y se remontan al mismo origen.
Este es el caso de Yule o Jul, una denominación de origen germánico, aún presente en países nórdicos. De hecho, el término Yuletide (fiestas de Yule) es usado fuera del contexto pagano para denominar a las festividades de Navidad.
Pero ¿qué hay de Ostara, Litha, y Mabon? ¿cuál es su origen?
La respuesta corta es: fueron inventados por Aidan Kelly.
Y ¿quién es Aidan Kelly?
Aidan Kelly es un académico estadounidense, que desarrollaría su propio grupo Wicca en la década de los 60. También sería eventualmente iniciado en las tradiciones Gardneriana y Feri. Es autor de los libros Crafting the Art of Magic (Creando el Arte de la Magia) y Inventing Witchcraft (Inventando la Brujería), en los aboga por la Wicca como un sistema esencialmente inventado por Garder.
En 1968, a través este grupo (NROOGD, o Nueva y Reformada Orden Ortodoxa de la Golden Dawn), Aidan desarrollaría una serie de ritos estacionales adhiriéndose al ya conocido sistema de ocho festividades.
Sin embargo, debido a la falta de nombres breves o simbólicos para el solsticio de primavera y los dos equinoccios, Aidan decidió añadir los suyos propios. En este sentido, no parece muy diferente de las transformaciones que hemos mencionado arriba.
Fue la elección de los nombres y el origen de estos lo que genera tanta fricción en las comunidades virtuales hoy en día, y por lo que se han derramado ríos de tinta virtual.
La totalidad de los otros seis festivales en el sistema Wiccano tiene equivalentes antiguos manifestados, tanto a través de su mención en texto tempranos, como a través de la agrupación de costumbres folclóricas posteriores. Los equinoccios carecen de estos atributos. El de primavera no tiene ningún festival asociado en el norte de Europa antes de la llegada de la pascua cristiana, que, por supuesto, puede tener lugar hasta un mes más tarde […] No existían grandes festividades en los equinoccios […] Es necesario remontarse hasta la antigua Grecia para encontrar alguna [festividad] durante un equinoccio.
En primer lugar, tenemos Ostara, el nombre anglo-sajón para denominar al mes de la pascua (Easter en inglés; nótese la similitud fonética). Jacob Grimm, en 1882, sugeriría que el nombre tiene origen en una diosa pagana.
En segundo lugar, tomaría Litha del nombre anglosajón usado por Bede el Venerable (1843) para denominar a esa época del año. Tolkien también usaría ese término para denominar al festival de Pleno Verano en el calendario anual de los hobbits.
Finalmente, para el equinoccio de otoño, rescataría el nombre de Mabon, un héroe o dios galés, que no guarda relación alguna con la época.
En torno a estos nombres, Aidan también crearía un nuevo mito y liturgia ritual que justificasen el nombre.
El punto de controversia principal sobre estos nombres radica en la falta de conexión, tanto entre ellos como respecto al resto de festivales de la «Rueda del Año». La popularización de estas denominaciones en las formas modernas de Wicca también contribuyó a que el foco del simbolismo de la festividad se centrase en la justificación de los nombres (la «diosa» Ostara, y el «dios» Mabon/Maponos), en lugar de mito latente detrás de los festivales.
Scientia ipsa potentia est
Con lo anterior, no pretendo desalentar a practicantes o curiosos a que hagan uso de estos términos, o la simbología detrás de ello. Sin embargo, considero que el conocimiento y la profunda comprensión de los símbolos, nombres, ritos y acciones en nuestro Arte, ese esencial para despertar el poder latente en ellos. Uno no debería invocar (literal o metafóricamente) aquello que no conoce.
Una vez esta comprensión es adquirida, el operante puede realizar una decisión informada.
A fin de cuentas, como Eleanor Bone comentaba más arriba, las brujas somos gente sencilla, y nuestro gozo y regocijo está en la celebración de los festivales y la oportunidad de comulgar con lo divino, y con nuestras hermanas y hermanos del Arte.
Lectura recomendada
D’Este, S. (2009). Modron, The Mother. (Inglés) https://sorita.wordpress.com/2009/09/22/modron-the-mother/
D’Este, S. (2009). What; or rather WHO is Mabon?. (Inglés) https://sorita.wordpress.com/2009/09/21/what-or-rather-who-is-mabon/
D’Este, S. (2012). Eostre, Goddess of the Dawn. (Inglés) https://sorita.wordpress.com/2012/03/12/eostre-goddess-of-the-dawn/
Referencias
Gardner, G. (1954). Witchcraft today. Secaucus, N.J.: Citadel Press.
Hutton, R. (2008). Modern Pagan Festivals: A Study in the Nature of Tradition. Folklore, 119(3), 251-273. doi: 10.1080/00155870802352178
Lamond, F. (2005). Fifty Years of Wicca (1era ed.). Sutton Mallet, United Kingdom: Green Magic.
imagen ‘Calendar after Johannes von Gmunden 15h century’ de Johannes von Gmunden [Dominio Público], via Wikimedia Commons